La distribución de la población se ve influenciada tanto por factores humanos como físicos. Entre los factores físicos se destaca el clima, el relieve y la disponibilidad de recursos. Los humanos por otro lado son la disponibilidad de trabajo, las oleadas migratorias y la situación económica del país.
Para calcular el crecimiento en la población se utilizan distintos cálculos. Se le resta a el número de nacimientos la cantidad de muertes. Otro es las inmigraciones menos las emigraciones.
Las pirámides de población son utilizadas para medir la cantidad de habitantes de un territorio de acuerdo al sexo y la edad. Existen tres tipos básicos de pirámides de población. Saber qué pirámide de población tiene un territorio nos permite saber más acerca de lo joven o envejecida que tiene su población, el grado de desarrollo que posee, el porcentaje de mujeres que hay respecto a los hombres, etc.
Pirámide progresiva: presenta
una base ancha, cúspide angosta, consecuencia de una natalidad alta y
mortalidad progresiva, indica que tiene población joven. Esta pirámide
corresponde normalmente a países subdesarrollados debido a las altas tasas
de mortalidad y a una natalidad alta.
Pirámide estacionaria o estancada:
hay un equilibrio entre todos los grupos de edad, consecuencia de una natalidad
y mortalidad que se mantienen sin variaciones significativas durante un periodo
de tiempo largo. Esta pirámide refleja a los países en vías de desarrollo.
Pirámide regresiva: es más ancha
en el medio que en la base, debido a la reducción en la natalidad y al
envejecimiento continúo de su población. Esta pirámide corresponde a países
desarrollados.
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